La importancia de un buen mantenimiento de una embarcación

España se encuentra entre los países que más cruceros y embarcaciones llegan a sus puertos. Más de 4.300 barcos desembarcan en nuestro país para disfrutar del clima y de la gran oferta turística que tiene. Además, muchas personas han optado por tener una segunda residencia sobre el mar. 

Mantener un mantenimiento constante y diario sobre el navío es vital para su durabilidad. Cualquier tipo de embarcación, ya sea yate, crucero, barco, velero, etc, se ve afectada por factores externos como la suciedad, la lluvia, la humedad o los rayos UV provocados por el sol.

No seguir una limpieza correcta puede provocar daños y reparaciones costosas. Los materiales pueden llegar a tener daños irreparables. 

La cubierta del barco

Sin duda alguna, una de las zonas que más afectadas se ven por los factores externos, anteriormente comentados, es la cubierta del barco. Haga sol o den lluvias, la humedad está presente en el ambiente las 24 horas del día. 

Aparte de la humedad provocada por la brisa marina, también está expuesta a la suciedad provocada por las aves o insectos que se puedan encontrar a bordo.

Así, los profesionales del sector de la limpieza naval estudian el tipo de embarcación para seleccionar el tratamiento adecuado para su limpieza. 

Por ello, el método que más se utiliza es a través del agua a presión. Gracias a esta intervención se evitará óxido, cal y moho y se ahorrará en futuras reparaciones en partes fundamentales como el timón o los engranajes. 

Hoy en día, muchos navíos incorporar la madera en su decoración. También hay que prestarle atención a estos detalles. Por ello, hay que elegir un material que sea resistente al agua. 

Los camarotes

Una de las zonas del navío más frecuentas, sobre todo en segundas residencias y cruceros, son los camarotes o habitaciones. Al estar en contacto permanente con el agua, muchos se ven afectados por la aparición de humedades en las paredes o en el suelo. 

Que aparezca esto puede afectar a la salud del personal o al cableado eléctrico del dormitorio. Por ello, los profesionales hacen un trabajo de desinfección y limpieza para evitar la aparición de microorganismos o malos olores. 

Además, utilizan productos antideslizantes y no agresivos para no dañar la tapicería o las alfombras del barco. 

El casco y motor de la embarcación

Como curiosidad, un crucero puede recorrer 37 kilómetros por hora. Está en contacto con el agua durante toda su estancia. Por lo que arrastra residuos las 24 horas del día. Esto afecta a su velocidad y rendimiento. Mantener el casco limpio ayudará al funcionamiento del navío. 

Muchas empresas cuentan con buzos para realizar dicha tarea. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos han llegado a sus manos unas máquinas que realizan el trabajo de forma más rápida. 

Se trata de Keelcrab, un dron submarino con control remoto que realiza una limpieza a fondo. Gracias a su ergonomía es accesible a cualquier zona de la embarcación y, al tener incorporada una cámara, se verá si hay zonas dañadas o afectadas antes de navegar. 

En cuanto a los motores del barco, una vez al año hay que llevar a cabo el cambio de aceite. También, hay que revisar los bordes exteriores de las hélices por si presentan picaduras. 

Descubre nuestro sistema de limpieza de cascos: Keelcrab Sail One

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