Cambiar empresa de limpieza en comunidad de vecinos

¿No estás satisfecho con el servicio de limpieza de tu edificio, finca o urbanización? Es una situación más común de lo que parece, y lo primero que debes saber es que sí se puede cambiar la empresa de limpieza en una comunidad, siempre que se sigan los pasos adecuados.

Los propietarios de una comunidad tienen derecho a tomar decisiones que mejoren la convivencia y el mantenimiento del edificio. A continuación, explicamos cuándo y cómo cambiar la empresa de limpieza o incluso solo al trabajador, qué mayoría es necesaria y qué aspectos debes tener en cuenta al contratar una nueva empresa. Si estás valorando un cambio, esta guía te ayudará a hacerlo de forma correcta y con todas las garantías legales.

¿Se puede cambiar la empresa de limpieza en una comunidad?

Sí, siempre que se respeten los procedimientos legales y contractuales establecidos. El servicio de limpieza en urbanizaciones, edificios o fincas, es una contratación externa que debe estar al servicio de las necesidades de la comunidad. Por tanto, si el servicio no cumple con las expectativas, la comunidad puede votar su sustitución por otra empresa.

Sin embargo, para hacerlo correctamente es importante tener en cuenta aspectos como el contrato vigente, cláusulas de preaviso y forma de aprobación del acuerdo. Además, si la empresa actual ha sido contratada por tiempo determinado, podría haber penalizaciones por rescisión anticipada, salvo causa justificada.

Derechos de la comunidad frente a la empresa contratada

La comunidad tiene derecho a recibir el servicio contratado con la calidad y frecuencia pactadas, y a exigir su cumplimiento. Si la empresa incumple el contrato, ya sea por dejadez, incumplimiento de horarios, rotación excesiva de personal o uso inadecuado de productos, los vecinos pueden rescindir el acuerdo justificadamente, incluso sin esperar al vencimiento del contrato.

También pueden solicitar revisiones de condiciones, exigir la sustitución del personal asignado o realizar auditorías de calidad. Todo esto debe canalizarse a través del presidente o del administrador de fincas, documentarse correctamente y, preferiblemente, comunicarse por escrito a la empresa antes de adoptar decisiones más drásticas.

¿Se puede cambiar solo al trabajador o hay que cambiar toda la empresa?

En algunos casos, el problema no es la empresa en sí, sino el trabajador asignado a la comunidad. Si hay quejas continuadas por su actitud, falta de profesionalidad o descuido en las tareas, la comunidad puede solicitar a la empresa el cambio de empleado, sin necesidad de rescindir el contrato.

Eso sí, este cambio debe gestionarse correctamente: lo ideal es presentar una queja formal a la empresa, detallando los motivos, y solicitar por escrito la asignación de un nuevo trabajador. Si la empresa se niega o no ofrece una solución razonable, entonces sí podría valorarse la opción de cambiar de empresa por completo.

Situaciones comunes que llevan al cambio

Aunque la contratación de una empresa de limpieza suele hacerse con la intención de mantener una relación estable, en la práctica muchas comunidades de vecinos se ven obligadas a cambiar de empresa por diferentes motivos.

Falta de calidad en el servicio

Una de las principales razones para plantearse un cambio es la baja calidad en la limpieza. Si los vecinos perciben que las zonas comunes no están limpias, que hay suciedad acumulada o que no se están realizando las tareas contratadas, la confianza en la empresa se deteriora rápidamente.

En estos casos, es habitual que comiencen las quejas internas, se revise el contrato firmado y se valore si la empresa está cumpliendo lo pactado. La falta de calidad mantenida en el tiempo es motivo suficiente para justificar el cambio en un acta comunitaria.

Incumplimientos de horarios o frecuencia pactada

Otro motivo frecuente es el incumplimiento de los días, horarios o tiempos de trabajo acordados. Si la empresa se compromete a enviar personal tres días a la semana durante dos horas y luego reduce el tiempo o cambia los horarios sin consultar, está incumpliendo el acuerdo.

Estos cambios pueden parecer menores, pero afectan directamente a la organización de la comunidad y a la percepción del servicio. Un seguimiento puntual de la asistencia y la duración del trabajo puede ayudar a documentar este tipo de incumplimientos.

Rotación constante de personal o trabajador poco profesional

La rotación excesiva de empleados genera inestabilidad y falta de control. Cada nuevo trabajador necesita adaptarse, y en algunos casos esto se traduce en errores, olvidos o trabajo incompleto. Además, la confianza de los vecinos se ve afectada cuando no hay continuidad en la persona encargada.

Por otro lado, puede ocurrir que el trabajador asignado no sea adecuado, ya sea por falta de motivación, malos modales o directamente por no realizar bien sus tareas. En estos casos, la comunidad puede solicitar el cambio de empleado o, si la empresa no reacciona, valorar cambiar completamente de proveedor.

Problemas de comunicación con la empresa

Una empresa de limpieza debe ofrecer canales de comunicación eficaces y respuestas ágiles. Cuando la comunidad intenta contactar con la empresa por una incidencia y no recibe respuesta o se encuentra con evasivas, la sensación de abandono crece.

La falta de seguimiento o supervisión del trabajo por parte de la empresa también es un motivo habitual de descontento. La comunicación fluida es clave para resolver pequeñas incidencias antes de que escalen a una ruptura contractual.

Presupuesto elevado

Con el paso del tiempo, es habitual que las tarifas suban, pero si el precio del servicio ya no se ajusta a las condiciones del mercado o a la calidad recibida, es lógico que los vecinos se planteen alternativas más competitivas.

Comparar precios con otras empresas puede revelar diferencias significativas, incluso para el mismo tipo de servicio. Un presupuesto desproporcionado frente a otras opciones del mercado es una razón objetiva y legítima para convocar un cambio.

Incumplimiento del contrato

Cuando una empresa no cumple lo estipulado en el contrato, ya sea en tareas, materiales, seguros, frecuencia o personal asignado, la comunidad puede rescindir el contrato por incumplimiento. Esto no solo es legal, sino que evita tener que esperar al vencimiento del acuerdo si existe una causa justificada.

En estos casos, es fundamental documentar cada incidencia y conservar pruebas (fotografías, partes de trabajo, correos electrónicos) para justificar la decisión ante los vecinos o en caso de conflicto con la empresa.

Preferencia por una empresa local con mejor atención y flexibilidad

En ocasiones, la comunidad no está insatisfecha con la limpieza, pero valora cambiar porque encuentra una empresa local más cercana, con mejor disponibilidad horaria o trato personalizado. Este tipo de empresas suelen ofrecer más agilidad para resolver incidencias y un seguimiento más directo.

El cambio puede basarse simplemente en la búsqueda de una mejora, sin que exista necesariamente un conflicto con el proveedor actual.

¿Qué mayoría se necesita para cambiar de empresa de limpieza?

Cambiar de empresa de limpieza en una comunidad de vecinos es una decisión que afecta al funcionamiento y al presupuesto comunitario. Por tanto, requiere aprobación en junta, pero no necesariamente una unanimidad. La mayoría exigida dependerá del tipo de decisión y del momento en el que se tome.

Lo que dice la Ley de Propiedad Horizontal

La Ley de Propiedad Horizontal (LPH), que regula la vida en comunidad de vecinos en España, establece que los acuerdos relativos a la contratación o rescisión de servicios externos (como la empresa de limpieza) se tomarán por mayoría simple de los propietarios asistentes a la junta, siempre que representen a su vez la mayoría de las cuotas de participación.

Esto significa que no hace falta unanimidad ni que voten todos los propietarios: basta con que en la junta haya más votos a favor que en contra y que estos representen más del 50 % del coeficiente de participación. El acuerdo debe constar en el acta y comunicarse a los ausentes en los plazos establecidos por la ley.

Mayoría simple y casos especiales

La mayoría simple se aplica cuando se decide contratar, sustituir o cancelar el contrato con la empresa de limpieza, siempre que no implique una obra o gasto extraordinario fuera del presupuesto anual. En estos casos no es necesario convocar una junta ordinaria: puede hacerse mediante una junta extraordinaria con ese único punto en el orden del día.

En casos especiales, como cuando el contrato con la empresa tiene cláusulas de permanencia o penalización por cancelación anticipada, es recomendable consultar al administrador de fincas o a un abogado, para evitar conflictos legales. También es importante revisar el contrato actual antes de votar el cambio, por si requiere un preaviso formal o tiene condiciones específicas para su rescisión.

¿Cómo se formaliza el cambio?

Una vez tomada la decisión de cambiar de empresa de limpieza en la comunidad, es importante seguir un procedimiento formal para que el acuerdo sea válido, transparente y evite conflictos con la empresa saliente. Estos son los pasos que deben seguirse.

Convocatoria y acta extraordinaria de la comunidad

El primer paso es convocar una junta extraordinaria, ya que este tipo de decisiones no requieren esperar a la junta anual ordinaria. La convocatoria debe enviarse a todos los propietarios con la antelación mínima legal (generalmente 6 días), indicando claramente el asunto a tratar.

Durante la reunión, se debe explicar el motivo del cambio, presentar propuestas si ya se ha contactado con otras empresas y someter el asunto a votación. El resultado debe recogerse en un acta firmada por el presidente y el secretario, especificando si se ha alcanzado la mayoría simple necesaria para aprobar el cambio.

Redacción del punto en el orden del día

Es fundamental que el punto a debatir esté claramente especificado en el orden del día de la convocatoria. Por ejemplo: “Propuesta de cambio de empresa de limpieza de la comunidad. Presentación de presupuestos alternativos y votación del acuerdo”.

Esto evita confusiones, permite a los propietarios informarse previamente y garantiza que el acuerdo tenga validez legal. Si además se propone un nuevo proveedor, conviene incluir su presupuesto y condiciones para que todos puedan valorarlo durante la reunión.

Comunicación oficial a la empresa actual

Una vez aprobado el cambio, es obligatorio notificar a la empresa actual la decisión de la comunidad, respetando el plazo de preaviso que figure en el contrato (normalmente entre 15 y 30 días). La comunicación debe hacerse por escrito y preferiblemente mediante burofax o correo certificado con acuse de recibo, para dejar constancia legal.

En esta notificación se debe indicar la fecha efectiva de finalización del servicio y, si es necesario, solicitar la retirada de llaves, materiales u otros elementos entregados por la empresa. Cumplir correctamente este paso evitará reclamaciones futuras y facilitará una transición profesional hacia la nueva empresa de limpieza.

Consejos para elegir una nueva empresa de limpieza

Una vez tomada la decisión de cambiar de empresa, es importante elegir bien al nuevo proveedor para evitar repetir los errores del pasado. A continuación, te damos algunas claves que deberías tener en cuenta antes de firmar un nuevo contrato.

Experiencia y personal fijo

Busca una empresa con experiencia demostrada en comunidades de vecinos, ya que conocen las rutinas, necesidades y tiempos de este tipo de espacios. Además, es recomendable que trabajen con personal fijo, no subcontratado, y que garanticen continuidad en los trabajadores asignados, lo cual genera confianza y mejora la calidad del servicio.

Pregunta si ofrecen formación continua a su personal, si cuentan con seguros de responsabilidad civil y si realizan controles periódicos de calidad. Estos aspectos son clave para garantizar un trabajo profesional a largo plazo.

Precio competitivo

Aunque el precio es importante, no debe ser el único criterio. Una empresa con tarifas muy bajas podría ofrecer un servicio deficiente o rotar personal constantemente. Lo ideal es comparar varios presupuestos y elegir aquel que ofrezca un equilibrio entre precio y valor añadido (frecuencia, duración del servicio, productos incluidos, etc.).

También es recomendable revisar qué incluye exactamente el precio: ¿aportan productos y material? ¿cobran por desplazamiento? ¿hay costes ocultos o revisiones anuales?

Flexibilidad horaria

Una buena empresa debe adaptarse a los horarios de la comunidad, especialmente en edificios donde hay tráfico constante de vecinos, niños o personas mayores. Es importante que puedan acudir a primera hora del día, en fines de semana o fuera del horario punta, si así lo requiere el edificio.

La capacidad de respuesta ante imprevistos (averías, limpiezas puntuales, siniestros) también es un valor añadido. Pregunta si ofrecen servicios urgentes o limpiezas de refuerzo si la comunidad lo necesita.

Contrato transparente y facilidad de comunicación

Antes de contratar, exige un contrato por escrito claro, sin letra pequeña, donde se especifiquen las tareas incluidas, frecuencia, duración, condiciones de cancelación y responsabilidades. Esto evitará malentendidos y facilitará la gestión ante cualquier conflicto.

Además, asegúrate de que la empresa tenga buena atención al cliente: que responda rápido, que se pueda contactar fácilmente y que haya un responsable asignado para atender cualquier incidencia. La comunicación fluida es fundamental para que el servicio sea estable y satisfactorio.

Referencias

Pide referencias de otras comunidades donde ya trabajen. Una empresa seria debe poder demostrar su experiencia con casos reales, y muchas veces las recomendaciones de otras comunidades cercanas pueden ayudarte a tomar una decisión acertada.

También puedes consultar reseñas en Google o redes sociales, y comprobar si la empresa está inscrita en registros oficiales o asociaciones del sector, lo cual añade una garantía adicional de profesionalidad.

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